Oh Señor!
Concédeme la sabiduría para conocer la diferencia entre los buenos pensamientos y los malos pensamientos.
Enséñame, oh Señor, a examinar mi propio
corazón y motivos con al menos el mismo grado de escrutinio que examino
las acciones de los demás.
Un hombre que no examina, constantemente,
su propia vida está dejando la puerta abierta para que el maligno se
haga cargo y arruinar su vida.
Una vida sin auto examen diligente no vale la pena vivir.
Las buenas semillas, buenos pensamientos, nunca producen frutos malos.
semillas del mal, los malos pensamientos, siempre dan frutos malos.
Las buenas semillas llevan el buen fruto del amor, gozo, paz, paciencia y fe.
semillas Bad llevan los malos frutos del odio, la ira, la contienda y la duda.
Vive la buena vida y vivir.